viernes, 25 de septiembre de 2009

DESIGNIO

Nada trae el recuerdo, él todo inventa,
deforma todo y a todo él desfigura…
Es un filtro arbitrario, una hendidura,
que el día achica y que la noche aumenta.

El dolor, la alegría, la fe, quienes se amaban,
todo va hacia el recuerdo, no hay manera
de evitar esa ley que a todos nos espera:
acabar en recuerdos que también acaban…


                        J. C. A

EXILIOS

Mi Buenos Aires querido y mal querido,
a ver si me escuchás, mi ciudad puta,
ciudad de veras, ciudad toda fayuta
de tantas penas y tan poco olvido.


Esperá a mi memoria en una esquina,
un café, una baldosa, yo te pido poco…
Si a vos te extraño más que a cualquier mina,
no me dejés así, hablando como un loco.


Che Buenos Aires, dame algo de pelota,
pasá una seña que yo te la deschavo.
A mí, que te hablo a vos, al fin y al cabo:


decime cuántos pares son tres botas.
Pará la mano, no te hagás el zota
y descolgá mi recuerdo de tu clavo…



NOCHE DE VERANO

Hace mucho calor, diez de la noche,
yo siento el culo en la mesa de este bar,
enjuago mi cansancio con cerveza,
miro miradas que miran sin mirar.
Hace tanto calor, nada me importa,
no me acuerdo de vos ni quiero hablar.
No tengo culpa ni planes ni entusiasmo,
para mi hace calor y nada más.
Ya se viene la lluvia, anuncia el aire,
se larga ahora, en un rato, a más tardar…
Por mí que llueva, la vieja está en la cueva,
que empape todo este tedio de humedad.
Hace calor, yo igual no me caliento,
tomo cerveza y fumo por fumar.


                         J. C. A