martes, 24 de noviembre de 2009

DOMINGOS ( DE FÚTBOL )



La vida sin domingo es imposible
y un domingo sin fútbol es pecado,
el domingo es la radio, el alambrado,
la pelota, la red, el tiro libre.


Cuando el hombre de negro toca el pito,
la vigilia y el sueño, todo para,
se transforma la voz, cambia la cara,
y lo único que importa es el equipo.


Uno se va a la cancha, otro se queda
apretando la oreja en una radio,
uno prefiere el ruido del estadio,
el otro en la cocina escucha y ruega.


El rico lo va a ver a la platea,
el pobre siente menos su pobreza,
y si el nueve hace goles de cabeza,
una misma alegría los congrega.


Nadie puede escapar a las cargadas
del vecino, del tío, del colega,
los mejores amigos se pelean,
entre hermanos se agarran a trompadas…

No importa si la vida está más cara
o si el sueldo en diez días se termina.
Lo que vale es ganar tiros de esquina,
lo que cuenta es gritar desde la hinchada.


Y en el rectángulo verde los soldados
los artistas, los nuevos gladiadores
refriegan sus tobillos, sus sudores,
las rodillas, los músculos inflados.


Si para la pelota el mundo entero para,
la angustia y la emoción van al vestuario,
y allí el tiempo es el único adversario,
y allá el destino hace todas las jugadas.


Lo que interesa es ganar el campeonato
y el próximo domingo hay otra cita,
otra chance para que se repita,
la alegría, el dolor por otro rato…


J. C. A