Pasa mi vida ahora, mi vida,
me refiero, quiero decir esa vida
que no se mide ni se encuadra
con martes, miércoles ni tardes ni mañanas…
Digo, quiero decir, esa vida que no estudia ni trabaja,
esa vida engañada mucho antes de cualquier engaño,
digo esa vida ajena, antes de los otros,
esa vida propia antes que uno…
Pasa mi vida sin excusas ni argumentos
tan frágiles, tan pobres todos ellos,
vengan de arriba o de abajo, tan inocuos…
Esa, esta vida más allá del querer para tener,
de tener para perder,
de perder para buscar,
de buscar para volver…
Pasa, sigue pasando esa vida sin nombre ni apellido,
que nunca es tema, asunto de mi psicoanálisis,
que nunca charlo o comparto con amigos…
Pasa a través de mi, pasa sin mi y pasa conmigo…
Pasa mi vida, esa vida que no se relaciona, no está atada
a mi infancia, a mi barrio, ni a lo que pudo o no pudo
mi madre, mi escuela, mi familia…
Pasa mi vida, esa vida, que de una forma u otra me repite:
que acompañado o solo y debajo de mi ropa, nunca alcanzo
a entender, a tener alguna pista de mi rol, mis funciones,
de mi insignificancia
sin adjetivos ni relojes…
Pasa mi vida afuera de la hora, del minuto, el segundo,
de eso todo tan lejos,
mi vida sin mi mente ni mi consentimiento, sin el alma
que nombro y que no veo,
esa vida que no escuchan mis oídos,
que no tocan mis manos, que habla sin mis palabras,
que no sueñan mis sueños…
que ningún silencio mío calla
Pasa, si eso es pasar, mi vida, esa mi vida
que no puede contarse en ningún censo,
esa mi vida sin este y sin oeste, sin norte o sur,
sin primavera, verano, sin otoños ni inviernos…
Pasa mi vida sin ni siquiera yo como testigo,
sin ni siquiera Dios como camino,
sin fe para justificarla o destino que la explique,
sin un viento que sople y la erradique,
sin un dibujo capaz de dibujarla,
sin una estrella que pueda iluminarla
sin que mi boca la trague o la mastique…
Pasa mi vida, así, inútil, , de este modo, en vano,
sin ignorarla y sin mis indulgencias,
surge y desaparece así, cada momento,
y mientras tanto yo voy a contramano,
como un borracho, temblándome las manos,
como un ciego parado ante un espejo,
como un sordo escuchando un buen consejo,
como un enfermo que se recuerda sano,
como ese niño que ya nació muy viejo,
viejo, tan viejo, muy viejo tan temprano,
para vivir esta vida tan de lejos,
para sentir esta muerte desde el vamos….
Pasa mi vida adentro, afuera de esa otra vida,
paralela, caprichosa, en simultaneo,
como ráfagas invisibles, relámpagos sin cielo,
pasos sin huellas, espacios sin tamaños…
Se que pasa mi vida por huecos y ranuras, por zócalos,
armarios, como viejas arañas furtivas y arrastradas…
Como si ella supiera, ay ! como si sólo ella
conociera el secreto, el lugar que está enterrada…
Va pasando mi vida que nunca fue mi vida
que nunca fue mi barco
mi puerto
mi naufragio
Aunque igual no haya otra, así, como esa vida,
que no sostiene el hueso, que no sabe de abrazos,
esa vida que no hablan los idiomas
que nunca tuvo infancia, memoria ni dolores,
esa vida testigo con los ojos cerrados…
También pasa esa vida, también ella perece
Y aunque nunca durmió también deja el lugar.
ella también se calla y se entierra y se olvida
Hablo, insisto,
de esa vida que no es parte
ni aparte
de esa vida que nunca toca lo que toco
hablo de esa, esa vida que nunca dice lo que digo
pero que igual decide antes que yo, lo que decido…
Esa vida que tampoco es reflexión ni condición
pero que es tan inevitable, ineludible su función,
ese rol que yo acato sin entender
Porque esa vida es el lugar adonde huyendo
no me escapo
Esa otra vida no es conocida ni sentida por mi
pero me la pongo igual como una media
o ella me pone a mi como un zapato
mientras tan juntos y alejados vamos, seguimos
Hasta dónde ?
Sí, va pasando mi vida, esa vida así, sin pausas
en esa indiferencia recíproca
en esa mutua y callada vigilancia
como una estéril metáfora colgada
como un sinónimo de toda mi ignorancia…
Se detendrá conmigo cuando al final yo me detenga ?
Seré yo sólo al que sigue, al que acompaña ?
Le dolerá el dolor que a mi me duele ?
Se irá conmigo cuando yo me vaya ?
Igual no son preguntas que esperen por respuestas
ni es por curiosidad que me las haga…
Sólo se que esa vida, esa otra vida, la puedo oíraún sin escucharla
la puedo ver por más que no la mire
y sentir su presencia en todo, todo
y lo que significa en nada, nada…
me refiero, quiero decir esa vida
que no se mide ni se encuadra
con martes, miércoles ni tardes ni mañanas…
Digo, quiero decir, esa vida que no estudia ni trabaja,
esa vida engañada mucho antes de cualquier engaño,
digo esa vida ajena, antes de los otros,
esa vida propia antes que uno…
Pasa mi vida sin excusas ni argumentos
tan frágiles, tan pobres todos ellos,
vengan de arriba o de abajo, tan inocuos…
Esa, esta vida más allá del querer para tener,
de tener para perder,
de perder para buscar,
de buscar para volver…
Pasa, sigue pasando esa vida sin nombre ni apellido,
que nunca es tema, asunto de mi psicoanálisis,
que nunca charlo o comparto con amigos…
Pasa a través de mi, pasa sin mi y pasa conmigo…
Pasa mi vida, esa vida que no se relaciona, no está atada
a mi infancia, a mi barrio, ni a lo que pudo o no pudo
mi madre, mi escuela, mi familia…
Pasa mi vida, esa vida, que de una forma u otra me repite:
que acompañado o solo y debajo de mi ropa, nunca alcanzo
a entender, a tener alguna pista de mi rol, mis funciones,
de mi insignificancia
sin adjetivos ni relojes…
Pasa mi vida afuera de la hora, del minuto, el segundo,
de eso todo tan lejos,
mi vida sin mi mente ni mi consentimiento, sin el alma
que nombro y que no veo,
esa vida que no escuchan mis oídos,
que no tocan mis manos, que habla sin mis palabras,
que no sueñan mis sueños…
que ningún silencio mío calla
Pasa, si eso es pasar, mi vida, esa mi vida
que no puede contarse en ningún censo,
esa mi vida sin este y sin oeste, sin norte o sur,
sin primavera, verano, sin otoños ni inviernos…
Pasa mi vida sin ni siquiera yo como testigo,
sin ni siquiera Dios como camino,
sin fe para justificarla o destino que la explique,
sin un viento que sople y la erradique,
sin un dibujo capaz de dibujarla,
sin una estrella que pueda iluminarla
sin que mi boca la trague o la mastique…
Pasa mi vida, así, inútil, , de este modo, en vano,
sin ignorarla y sin mis indulgencias,
surge y desaparece así, cada momento,
y mientras tanto yo voy a contramano,
como un borracho, temblándome las manos,
como un ciego parado ante un espejo,
como un sordo escuchando un buen consejo,
como un enfermo que se recuerda sano,
como ese niño que ya nació muy viejo,
viejo, tan viejo, muy viejo tan temprano,
para vivir esta vida tan de lejos,
para sentir esta muerte desde el vamos….
Pasa mi vida adentro, afuera de esa otra vida,
paralela, caprichosa, en simultaneo,
como ráfagas invisibles, relámpagos sin cielo,
pasos sin huellas, espacios sin tamaños…
Se que pasa mi vida por huecos y ranuras, por zócalos,
armarios, como viejas arañas furtivas y arrastradas…
Como si ella supiera, ay ! como si sólo ella
conociera el secreto, el lugar que está enterrada…
Va pasando mi vida que nunca fue mi vida
que nunca fue mi barco
mi puerto
mi naufragio
Aunque igual no haya otra, así, como esa vida,
que no sostiene el hueso, que no sabe de abrazos,
esa vida que no hablan los idiomas
que nunca tuvo infancia, memoria ni dolores,
esa vida testigo con los ojos cerrados…
También pasa esa vida, también ella perece
Y aunque nunca durmió también deja el lugar.
ella también se calla y se entierra y se olvida
Hablo, insisto,
de esa vida que no es parte
ni aparte
de esa vida que nunca toca lo que toco
hablo de esa, esa vida que nunca dice lo que digo
pero que igual decide antes que yo, lo que decido…
Esa vida que tampoco es reflexión ni condición
pero que es tan inevitable, ineludible su función,
ese rol que yo acato sin entender
Porque esa vida es el lugar adonde huyendo
no me escapo
Esa otra vida no es conocida ni sentida por mi
pero me la pongo igual como una media
o ella me pone a mi como un zapato
mientras tan juntos y alejados vamos, seguimos
Hasta dónde ?
Sí, va pasando mi vida, esa vida así, sin pausas
en esa indiferencia recíproca
en esa mutua y callada vigilancia
como una estéril metáfora colgada
como un sinónimo de toda mi ignorancia…
Se detendrá conmigo cuando al final yo me detenga ?
Seré yo sólo al que sigue, al que acompaña ?
Le dolerá el dolor que a mi me duele ?
Se irá conmigo cuando yo me vaya ?
Igual no son preguntas que esperen por respuestas
ni es por curiosidad que me las haga…
Sólo se que esa vida, esa otra vida, la puedo oíraún sin escucharla
la puedo ver por más que no la mire
y sentir su presencia en todo, todo
y lo que significa en nada, nada…
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